miércoles, 29 de julio de 2009
Beijing / Pekín
Tras una fugaz pasada por la capital histórica de China, Xian, donde quizás, los restos de terracota de lo que fueron los guerreros con los que se hizo enterrar el "Faraón" Qin y una rápida visita al barrio musulmán, lleno de mercadillos angostos donde todo se vendía (ver foto) fueron lo poco que iluminaron la estancia en esta vieja urbe, hemos llegado a la capital social y cultural del país, Pekín.
Después de los lluviosos días en Guilín y Hangzhou, la niebla y el calor han vuelto. Por suerte, no demasiado calor, pero echamos algo de menos ver el cielo azul intenso. Las altas torres donde 16 millones de almas, la mayoría de etnia Hang, a penas son visibles debido a ella, desde este punto de vista, aquí, en la recepción o "Lobby" del hotel donde nos alojamos.
Hoy toca, por fin, visita al más emblemático estandarte del país, una de las siete maravillas del mundo, la Muralla. También queda pendiente la Ciudad Prohibida y algunos otros rincones interesantes de la zona en estos escasos dos días que nos quedan por estas tierras.
JOSE ÁNGEL
lunes, 27 de julio de 2009
Seguimos camino
Supongo que a los habitantes locales no les parecerán extraños los nombres que se le han puesto a sitios como “La colina que vino volando” pero desde luego hay traducciones que nos resultan impactantes, como el apellido “Nueve Ciruelas”, o el nombre “Campanita”, que en chino es “Glin Glin”, como suena. De Hangzhou pasamos a Guilin, la capital de paisaje chino, impresionante por su paisaje cárstico de preciosas y abruptas colinas entre las que discurre el río Lin describiendo meandros entre ellas y donde se adivinan las mas extravagantes figuras con un poco de imaginación.
Iniciamos el descenso y hay que apagar el computador, Mañana mas... o pasado... quien sabe.
Juanjo Manzano
viernes, 24 de julio de 2009
Bajo el agua
Ya han pasado dos días del evento tan esperado, motivo inicial y fundamental de esta expedición y, aunque no hayamos podido disfrutarlo como todos esperábamos, lo cierto es que no me pesa tanto haberlo perdido como me podía haber imaginado. Quizá debido a que ya había visto uno magnífico el año pasado en Siberia, quizá porque el resto de este periplo está resultando más agradable, entretenido y divertido incluso de lo que podía imaginar.
Desde luego, China tiene mucho que ofrecer, desde las visitas más típicas y conocidas a los detalles más inverosímiles que casi nadie se espera... y que nadie comenta. Como curiosidad, hasta llegar a tierras orientales pensaba que la siesta era el “deporte nacional” por excelencia en España; ¡qué equivocado estaba! En este país se practica a todas horas y en todo lugar. No sólo en casa; también en plena calle y EN EL TRABAJO. Ya seas dependiente, cajero, obrero o, incluso, policía.
Ayer por la mañana dejamos la gigante Shanghai con 18 millones de habitantes para ir a una ciudad “más pequeña” de “tan sólo” 7 millones, donde su Lago del Oeste y templos budistas nos acogieron calurosamente: Hangzhou. Al anochecer, asistimos a un espectáculo tan original como hermoso: “La impresión del Lago del Oeste” en el que se narraba sólo con música, juegos de luces y actuaciones mudas de los numerosos actores y extras una famosa leyenda de la zona. Lo más llamativo e impactante de la misma fue quizá su escenario al aire libre el cual contaba, como superficie única, la del Lago, donde actores y actrices se deslizaban sobre él creando el efecto de que caminasen sobre las aguas...
Esta mañana, torrenciales lluvias de verano nos han sorprendido y acompañado durante todo el día, tanto en el paseo por los jardines cercanos al lago, en el pequeño “crucero” que hemos hecho en él como en la visita de
Aprovechando los últimos minutos de la tarde y antes de ir hacia el aeropuerto donde un vuelo de China Eastern nos dirige ahora mismo hacia nuestro próximo destino, Guilin, hemos podido visitar una antiquísima farmacia de la ciudad que data del siglo XIX, un extenso mercadillo repleto de curiosidades y piezas de artesanía del lugar y, como broche final, poder degustar un fruto tan novedoso para nosotros como normalizado para la población oriental: la semilla de la flor de Loto.
JOSÉ ÁNGEL
jueves, 23 de julio de 2009
Las bromas pesadas de los Dioses
En ocasiones los planes no salen como uno tenía planeado. La aventura no es tal sin la incertidumbre del resultado y esa emoción es la que le pone interés a la actividad que emprendemos con la ilusión acumulada durante los preparativos de la misma.
Alcanzar la cumbre tras un corto paseo puede ser enormemente gratificante, pero lo es mas si ello conlleva la superación de obstáculos y un esfuerzo personal que le de un valor añadido a esa empresa. Pero a veces prescindiríamos gustosos de esa emoción con tal de alcanzar el objetivo propuesto.
En nuestro caso los preparativos han llevado casi un año, de ensayos, reuniones, ahorros, pruebas... A medida que se acercaba la partida los mensajes de correo electrónico aumentaron exponencialmente y una vez que subimos en el avión comenzamos a cerrar las puertas por detrás y a abrir las que teníamos por delante en un camino prefijado desde hace meses.
Ese camino nos dirigió a Shanghai, una de las ciudades mas impresionantes que he visitado en mi vida, con unos contrastes brutales de costumbres, clima, arquitectura, tráfico... pero con la vista fijada en la observación del eclipse mas largo del siglo, el mas largo posible de mi vida, cuya banda de totalidad pasaría por esta ciudad y su línea central a escasos 80Km al sur de la misma.
El día previo realizamos el ensayo general a la gran función del día siguiente. Cronometramos el tiempo que nos llevaría llegar al lugar de observación, montar los equipos, ponerlos en estación... todas las variables posibles fueron tenidas en cuenta e incluso un “plan B” de contingencia por si la meteorología no era la idónea. Pero “no vinimos a luchar contra los elementos” y cuando por la tarde confirmamos las previsiones meteorológicas nos encontramos de bruces con la peor de las situaciones, la de tener la certeza de no poder ver absolutamente nada por la previsión de nubes y tormentas en toda el área en la que podríamos haber intentado un plan “C”.
Es curioso como parecía que los dioses a los que nos encomendamos nos gastaban la peor broma posible. Recordando el mapa meteorológico no se me olvidará jamás la imagen del área cubierta totalmente de nubes y tormentas en toda la zona. La emoción dejó paso a la certeza de que estaríamos bajo la sombra de
Con esa certeza de lo inevitable nos encaminamos según el plan previsto a nuestro lugar original de observación, en el que, curiosamente, pero sin excesiva sorpresa, nos reunimos con italianos, franceses, ingleses y, como no, mas compatriotas con la misma sensación de desolación. Con desgana montamos el instrumental, ajustamos los parámetros y esperamos que el tiempo corriese hacia el primer contacto. De repente un tímido Sol se dejó ver durante unos segundos atenuado por las nubes que hacían de filtro natural. Revuelo general y la esperanza de poder ver algo empezó a luchar con la certeza del cielo totalmente cubierto.
Primer contacto.
Sin embargo los dioses no habían acabado de jugar pon nosotros. En plena totalidad, durante tres segundos la corona y
Habrá mas eclipses inolvidables, todos son experiencias únicas, pero desde luego jamás olvidaré el mas largo del siglo, el de Shanghai 2009, el que solo vi durante tres segundos en su totalidad.
Juanjo Manzano
El milagro que nunca llegó
No hemos visto el eclipse.
Con esa sencilla frase se puede resumir todo, aunque en realidad nadie puede imaginarse lo que esas malditas cinco palabras significan para mí.
He pasado un año entero viviendo sólo para este momento, pensando en este día, deseando que llegara cuanto antes, ansiosa por volver a estar bajo la sombra de
Y aquí estoy, desolada, llorando amargamente de pura impotencia, porque no hemos podido hacer absolutamente nada.
Ese maldito cielo blanco que ahora, como yo, llora inconsolable, nos ofreció una engañosa tregua durante la primera parcialidad para después dejarnos con la miel en los labios sólo un minuto antes de la totalidad.
No hemos visto nada. Ni la sombra, ni las bandas, ni el ocaso en todo el horizonte, ni el anillo de diamantes, ni las perlas, ni nada.
Nada de nada.
En medio de la neblina fantasmal que cubría todo el paisaje, la luz se fue atenuando cada vez más hasta dar paso a la noche más amarga de mi vida. La gente gritaba, incluso sin ver nada, pero ya no había esperanza.
Las nubes, implacables, apenas mostraron un atisbo de la totalidad durante menos de un segundo antes de que amaneciera de nuevo tras esta extraña noche.
Después, igual que se habían acabado nuestras esperanzas, terminó el mayor espectáculo que puede ver una persona. Cerró el telón un aguacero que nos obligó a desmontar rápidamente y nos dejó totalmente empapados y de camino a la no menos desoladora Shanghai.
Me da igual lo que me digan.
Me da igual ser joven y que tenga mil oportunidades más para ver un eclipse.
Me da igual no haber sido la única que no lo vio.
Me da igual todo.
Nada va a hacer que me sienta mejor ahora mismo, aunque mis compañeros traten de animarme como pueden.
Sé exactamente qué me he perdido.
Sé que es muy posible que no vuelva a ver algo así hasta dentro de muchos años.
Sé que, al menos para mí, esa espera siempre será demasiado larga.
Qué quieren que les diga.
Al menos vimos algo, podría haber sido peor, mucho peor. Eso me dicen.
Y qué más da a mí eso, casi preferiría no haber visto nada.
Desde mi ventana, en las alturas de una de estas imponentes torres de Shanghai, miro el mundo, que sigue como si nada hubiera pasado. La gente va, viene, indiferente, y yo no puedo. Esta tarde hemos seguido visitando esta fascinante ciudad, que casi parece encontrarse en un Universo diferente, y aunque ha sido divertido y emocionante, el recuerdo de mis ilusiones frustradas de esta mañana no me abandona, no puedo sentirme completamente feliz con todo lo demás, aunque lo intente.
No puedo evitar preguntarme cómo habría sido verlo.
No puedo evitar recordar la imagen que vi hace un año y compararla con la triste estampa de hoy.
No puedo evitar seguir soñando con el milagro que nunca llegó.
Itahisa
martes, 21 de julio de 2009
A la espera del milagro
Acabamos de tener la reunión general última antes de la partida y el desánimo nos ha invadido a todos. Parece que los dioses nos tienen manía y han plantado una franja de nubes que cubren la zona de la totalidad de norte a sur y este a oeste sin posibilidad alguna de desplazamiento a zonas de posible visibilidad de cielo despejado. Las previsiones de los tres aeropuertos de la zona dan cielo totalmente cubierto así como las cartas de tiempo significativo y todos los partes meteorológicos, así que, resignados, seguiremos creyendo en los milagros hasta mañana.
En capilla
Shanghai 21-07-09
Tras cuatro días de aclimatación y turismo por fin nos encontramos a las puertas del evento que ha originado este viaje. Ha sido un largo proceso que empezó hace casi un año, tras presenciar el eclipse del año pasado en Novosibirsk, y que nos ha traído a las tierras que visitó Marco Polo en un intento de repetir la experiencia con nuevos compañeros de grupo.
Son mas de 17 horas de vuelo y 12.000Km de distancia desde Canarias que han trastocado nuestros biorritmos precisando de un proceso de aclimatación bastante rápido aunque algo penoso debido a las climatología local. Las elevadas temperaturas, de mas de 37ºC, unidas a una humedad que ronda el 80% complican esta tarea, especialmente por los contrastes producidos al entrar en las áreas climatizadas. Desde luego, a pesar de haber pasado un control sanitario en el aeropuerto, no es de extrañar que alguno pille un buen resfriado que esperemos no confundan con la temible gripe A y nos condene a una cuarentena.
Lo mas sorprendente de Shanghai hasta ahora es su magnitud tanto en espacio como en “volumen”. Las colmenas de apartamentos y oficinas forman un paisaje único e impactante de crecimiento vertical que nunca había observado antes. A ello se le une un tráfico caótico de vehículos en el que los semáforos parecen sugerir el paso mas que obligarlo y el sentido de la calle es múltiple dependiendo si circulas a pié, en bici o en coche.
Pero mañana es el gran día. Esta mañana hicimos el “ensayo general” y hemos calculado los tiempos necesarios para llegar a la zona de observación en Jinsawei, no sin alguna disparidad de opinión con el chofer del autobús sobre la dirección a seguir. Al final estaremos a unos 14Km. de la línea central de la totalidad y para llegar con el margen de seguridad suficiente saldremos a las 06:30h locales de nuestro hotel. También hemos previsto un lugar alternativo de observación para el caso de que las condiciones meteorológicas en el punto original no sean las adecuadas y decidamos quedarnos en Shanghai. La zona es ideal si la meteo no nos juega una mala pasada...
...y ese es el problema. Tras unos días de cielos relativamente despejados, esta tarde han comenzado a llegar nubes altas y densas que no presagian nada bueno e incluso me parece distinguir formaciones de desarrollo vertical precursoras de tormenta. Pero eso es ahora, y lo importante es mañana. Esta noche buscaremos las previsiones para la zona y decidiremos en consecuencia. Tan solo nos resta pedir la clemencia de los dioses del viento, las nubes y la lluvia para que entre las 8:15 y las 11:00 horas locales no nos gasten ninguna broma pesada.
Juan José Manzano
GOAT
PD: Acaba de empezar a llover.
domingo, 19 de julio de 2009
Días 1,2 y 3: viaje y primeras impresiones
Hace ya más de 24 horas que estamos en tierras shanghainesas y creo que no me equivoco al decir que la impresión general que tenemos todos es la de estar en un mundo completamente diferente, en otro universo.
A la vuelta de cada esquina nos encontramos nuevas sorpresas, lugares sorprendentes y excitantes que no pueden sino dejarnos con la boca abierta. Tan igual podemos encontrarnos un altísimo rascacielos como un barrio antiguo de casas tradicionales o un pacífico y hermoso jardín.
Pero antes de entrar en detalles sobre lo que ha sido, hasta ahora, nuestra estancia en Shanghai, creo que es de rigor contar algo sobre el larguísimo trayecto hasta aquí, aunque en realidad el único incidente destacable ocurrió durante el control de seguridad en el parisino aeropuerto de Charles de Gaulle, donde el equipaje de dos miembros del grupo fue registrado en detalle.
Una vez llegados a China y superar, sin ninguna incidencia, el control sanitario y de pasaportes, encontramos a nuestra guía, la simpática Felicia, y llegamos al hotel, que ha resultado ser muy elegante y confortable, siendo del agrado de todos los miembros del grupo.
A la hora de la cena, que tuvimos que buscar por nuestra cuenta, topamos con una pequeña dificultad, puesto que en el único restaurante chino que encontramos abierto en las cercanías del hotel no había nadie que hablara inglés y nosotros no hablamos chino, pero finalmente solucionamos los problemas de comunicación y conseguimos una cena bastante decente, aunque algo picante.
Durante el día de hoy, domingo, que ya llega a su fin aquí en Shanghai, hemos visitado varios monumentos emblemáticos de la ciudad, como el jardín Yuyuan y el templo del buda de jade. Después del almuerzo, mucho más sencillo, al estar ya concertado, visitamos una fábrica de seda tradicional -y su tienda- y una de las principales calles comerciales de la ciudad antes de asistir a una espectacular representación de un grupo de acróbatas chinos.
Muchas más cosas han ocurrido durante estos días, pero lamentablemente no hay tiempo ahora para relatarlas todas en detalle. Falta decir solamente que, a día de hoy, las previsiones meteorológicas para el día del eclipse no son desesperanzadoras y nos hemos encontrado con mucha gente en la ciudad que ha venido, como nosotros, a presenciar este increíble fenómeno.
Y con esto, siendo las 12.50am, hora local, nos despedimos hasta la pŕoxima conexión. Nos vemos!
Itahisa
PD: Puesto que blogger está censurado en China, nos vemos obligados a actualizar el blog mediante un contacto externo en España al que enviamos la información vía email. ¡¡Muchísimas gracias!!
jueves, 16 de julio de 2009
Umbrafilia
"Confieso mi adicción a los eclipses totales de Sol. Con mejor suerte que mala, ya he estado cinco veces bajo la sombra de la Luna, y este próximo mes de julio en China no será una excepción. El eclipse total del 22 de julio que será visible desde gran parte de Asia es el más largo de todo el siglo XXI, con una duración máxima de 6 minutos y 39 segundos. Dada la importancia de esta efeméride y la siempre atrayente singularidad de un eclipse total de Sol, le hemos dedicado la portada y el artículo de este mes de junio (...).
Si el amable lector ha tenido la suerte de experimentar las sensaciones que se viven en una totalidad, ya sabe perfectamente a lo que me refiero. Y si aún no lo ha hecho, ¿a qué espera? Suelen pasar de media unos cientos de años para que un lugar cualquiera de la superficie terrestre se vea favorecido por la sombra de un eclipse total de Sol, y en el caso de nuestro país, España, el próximo no tendrá lugar hasta el 12 de agosto de 2026. Casi cada año se produce uno, y dadas las facilidades de los viajes modernos, no es de extrañar que cada vez sean más los umbráfilos que persiguen a la veloz sombra de la Luna dónde y cuándo pasa. A pesar de que el mencionado "palabro" no esté en el diccionario de la RAE, en el mundo anglosajón se suele emplear umbraphile para designar a esos "amantes de la umbra", la parte más densa de la sombra lunar en un eclipse total de Sol.
Personalmente, creo que un eclipse total de Sol es sin duda y con diferencia el mayor espectáculo que ofrece la naturaleza en nuestro planeta, y todo aficionado a la Astronomía -o no, cualquier persona- deberia tratar de presenciar al menos uno en su vida. No sólo el fenómeno astronómico en sí es llamativo y de una sobrecogedora belleza, lo más particular de vivir una totalidad es el cúmulo de sensaciones que se perciben, tanto físicas como espirituales, y que nos hacen experimentar un auténtico clímax a todos los niveles. El crecendo de la parcialidad, con su paulatino descenso de la luz ambiental, los nervios y el hormigueo de los veteranos junto con la expectación de los noveles; y por fin, el mágico momento del anillo de diamantes, la desaparición casi violenta de la luz, y un instante después la fantasmal corona rodeando un disco negro en medio de un cielo de un indefinible color crepuscular... apenas unos minutos de un extraño paisaje dominado por los disparadores de las cámaras y ese agujero en el firmamento, y tan repentinamente como empezó, el segundo anillo de diamantes y el brusco regreso de la luz del Sol hacen que los presentes lo saluden con gritos, risas y llantos. Y no exagero en absoluto, los umbráfilos lo saben. Nos vemos en China."
Editorial de la revista Astronomía de junio de 2009,
por Ángel Gómez Roldán
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Apenas faltan unas horas para comenzar este viaje y apenas puedo contener mis nervios por todo lo que se me viene encima. El largo trayecto hasta China, el descubrir un país nuevo y completamente diferente a todo cuanto puedo haber visto en mi vida, la expectación y la ansiedad ante el próximo eclipse de Sol...
No sé muy bien qué escribir ni cómo hacerlo, la verdad, y tal vez por eso no he podido resistirme a citar este editorial que tan bien refleja muchas de las ideas que me asaltan en estos momentos, si bien incluso me parece que el autor se queda algo corto al decir que un eclipse total de Sol es el mejor espectáculo natural que puede contemplarse. Yo más bien diría que es el mejor espectáculo -a secas- que uno puede ver en toda su vida. Es simplemente insuperable.
Y no, no exagero, aunque muchos sean incapaces de comprender por qué digo esto.
Esta será mi última entrada del blog antes de la partida y lo único que puedo decir con seguridad es que cuando vuelva ya no seré la misma.
Es lo único que sé ahora mismo, lo único que puedo decir.
Deséenme (deséennos) mucha suerte, nos veremos a la vuelta.
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ItahisaAlea jacta est
La próxima vez que escriba, probablemente, será desde China.
miércoles, 15 de julio de 2009
Pruebas con el ETX70, configuración China (2)
Otra de las cosas que me estoy dando cuenta son la cantidad de detalles que pueden olvidarse. En las pruebas de esta mañana he olvidado apagar la pantalla de la cámara para ahorrar batería. El día del eclipse puede suponer un pequeño problema porque esperas que te dure más y después te quedes a medias. En cualquier caso, lo digo con la boca pequeña porque voy armado con 3 baterías por si acaso.
Por cierto ¿no os resulta extraño llevar a China vuestras cosas y casi todas están etiquetadas con "Made in China"?. Porque no se donde estará allí esa tienda adecuada que si no, quizá me ahorraba llevar algo de equipaje, como algún trípode y otras historias.
martes, 14 de julio de 2009
Se acabó el trabajar
Estoy cansado de los dobles turnos acumulados y los preparativos de última hora que, como siempre, se nos abalanzan cuando creíamos que teníamos tiempo suficiente. Por lo menos tengo estos dos días para acabarlo todo y hacer el equipaje, que, aunque escaso, hay que meterlo en la maleta.
Quedan las últimas pruebas con la montura y el trípode. Casi seguro me llevo la montura... pero pesa tanto... y el trípode es tan ligero en comparación...
Mañana me decido.
lunes, 13 de julio de 2009
Viajar y descubrir
domingo, 12 de julio de 2009
Pruebas con el ETX70, configuración China
En mi caso, montar el equipo y tenerlo todo preparado y funcionando me llevará una media hora; hay que llegar al sitio con tiempo suficiente para permitir relajarse, charlar, comentar y dar tiempo a pensar donde estamos y qué es lo que hemos venido ha hacer. Es algo que pasará rápido y hay que disfrutarlo al máximo, no en vano llevamos meses preparando el evento y pensando en ello.
Las pruebas de ayer fueron seguramente de lo más parecido a lo que tendremos en el eclipse y es que no paré de seguir el Sol durante una hora y media con todo el equipo exactamente igual que lo que llevaré a China con una foto por minuto, esperando a que este se pusiera por el horizonte, realizando cambios en el tiempo de exposición sin variar el ISO400, llegando desde 1/1000 hasta 1/160 en el momento en que el Sol desaparecía. Ahí también fue el momento de entrenarse para quitar el filtro con cuidado de no mover el equipo y adecuar el brillo y tiempo a la nueva circunstancia lo que dio como resultado unas curiosas fotos del anochecer. Se que los brillos y exposiciones no son reales pero te haces una idea de lo ágil que eres manejando todo el equipo para no perder ni un segundo en pensar, solo actuar.
Como ejemplo, aquí dejo una fotografía del Sol mientras se estaba poniendo. En este momento el tiempo era de 1/160 a ISO400 como he comentado y puede verse trazas de nubes, una "superficie" no uniforme del Sol debido a la difracción y también las aspas de un molino de viento en la lejanía.
Esta imagen resulta muy útil, porque después de todo te das cuenta de que el enfoque que había realizado de forma manual es prácticamente perfecto, ya que las aspas aparecen muy bien definidas. Las pruebas de enfoque realizadas semanas atrás con la Luna y otros objetos lejanos creo que han servido de mucho. Las otras manchas oscuras corresponden a las ramas de un pino, situado a unos 50 metros de donde me encontraba.
Después de quitar el filtro y ajustar la exposición, nos queda el paisaje que momentos antes habíamos seguido y no conseguíamos ver. Un cielo rasgado con esas nubes, las aspas de los molinos al fondo y el pino desenfocado en primer plano.
La imagen está rotada para ver el horizonte plano, ya que el telescopio con la cuña ecuatorial en esa posición tiene una inclinación de 40º (desde Madrid). La foto tiene una velocidad de 1/4000 a ISO100, al límite de la sensibilidad y rapidez de la cámara y es que, aunque el Sol ya no es visible, la luz que proyecta sobre la atmósfera es enorme.
De momento, estas primeras pruebas me están saliendo bien. Será cuestión de seguir otras pautas y consejos de páginas de expertos como Fred Spenak y Bill Kramer.
Últimas pruebas...
Aunque las nubes en el horizonte impidieron la presencia del rayo verde en el atardecer, la Luna nos brindó un estupendo espectáculo a su salida en el horizonte lo que unido a la observación del comienzo del tránsito de Europa sobre Jupiter, a pesar de las malas condiciones de calidad del cielo y el viento, hizo que bajase a casa con un buen sabor de boca.
Tendré que seguir con las pruebas...
sábado, 11 de julio de 2009
¡ Quedan 6 días !
Los 12 componentes del grupo GOAT-CHINA nos preparamos para el periplo y poder contemplar -esperando que el tiempo acompañe- el Eclipse Total de Sol más largo del siglo, el próximo 22 de julio, desde Shanghai o cercanías.
Y esperamos poder seguir informando "casi diariamente" de nuestras experiencias ya en tierras chinas.
¡QUE HAYA SUERTE!