Durante un eclipse total de Sol, los momentos previos y posteriores a la fase de totalidad suelen, a veces, menospreciarse ya que "lo único" que podemos observar es como al Sol se lo "va comiendo" La Luna poco a poco... todo esto mirado a través de unas gafas protectoras, claro.
Es cierto que ya cerca de la totalidad nuestros ojos detectan como ha habido una ligera disminución de la luz ambiental y una extraña pérdida de contraste que le da un caracter "plomizo" a la escena que estamos viendo.
Sin embargo, la pérdida de luz es mucho más acusada de lo que podemos notar, ya que nuestros ojos se van adaptando a la pérdida paulatina de dicha luz y casi no nos damos cuenta hasta los últimos minutos previos a la totalidad. Una cámara reflex puesta en modo manual y sacando fotos a intervalos de pocos segundos y con la misma velocidad de disparo sí que puede mostrar ese cambio de luminosidad de forma más clara.
Los siguientes vídeos están montados a partir de fotos de este tipo sacadas a intervalos de 30 segundos (el primer vídeo) y 15 segundos (el segundo) y animados a 3 fotogramas por segundo. Es decir, 90 y 45 veces (respectivamente) más rápido que en la realidad.
AMBIENTE PRE-ECLIPSE:
124 fotos en total
AMBIENTE POST-ECLIPSE
63 fotos en total
NOTA: Desgraciadamente, a los 10 minutos de acabar la totalidad la lluvia nos sorprendió de forma contundente por lo que tuve que cortar la secuencia.
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